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CEE, A CORUÑA, Spain
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA CLÍNICA. Terapeuta en relajación. Instructor de NidraYoga. Practioner en Técnicas regresivas Nivel 1. Taller excursión, The Monroe Institute. Método Silva. Bioautocontrol Mental. Estudio de Bioinformación.

martes, 7 de mayo de 2013

Clasificaciones, etiquetas, trastornos en psicología



DSM,  para resumir: la biblia de los trastornos mentales en el planeta tierra.

Un grupo de profesionales, por el año 1952,  crearon un manual con la intención de etiquetar a toda persona que tuviera un problema en la vida. Dicha clasificación tuvo tanto éxito y fama, que como por arte de magia, los trastornos se multiplicaron y las personas dejamos de ser personas para convertirnos en enfermos mentales.

No es que la exageración se apodere de mí, simplemente muestro unos datos para que cada uno sea libre de opinar y crear su propia teoría de la evolución de nuestra salud mental:

DSM-I,   1952:  106 trastornos,  130 págs.
DSM-II,   1968:  182 trastornos,  134 págs.
DSM-III,   1980:  265 trastornos,  494 págs.
DSM-III-R,   1987:  292 trastornos,  567 págs.
DSM-IV,   1994:  297 trastornos,  886 págs.

Actualmente ya estamos en el DSM-V, la culminación literaria psicopatológica  del siglo XXI. Y aunque solo sea por pura probabilidad, según este manual, cualquier queja que una persona tenga en el día a día por el motivo que sea, ya puede ser considerada de trastorno mental.  El tecnicismo es tal, que si a una persona que tenga una dificultad se le dice que padece alguno de estos trastornos: por ejemplo, según DSM-V:

“El síndrome de riesgo de psicosis, Trastorno mixto ansioso-depresivo, Trastorno cognitivo menor, Trastorno disfuncional del carácter con disforia, Trastorno coercitivo parafílico, Trastorno de hipersexualidad, Medicalización del duelo normal…”

Automáticamente a esa persona, que en principio solo tenía una serie de quejas, ahora ya tiene un mar de preocupaciones más que no le pertenecían pero que al ser etiquetada ya si  son de su propiedad.

El humor es un aliado de mi trabajo, por lo que, con el presente relato creo que se explica bien lo que actualmente sucede en un gran número de gabinetes de psiquiatría y/o psicología:

 Un padre preocupado por su hijo de 6 años acude a la consulta de un psicólogo:

·         Padre: mi hijo es muy activo, tiene una gran capacidad de diálogo, está en continuo movimiento, no se concentra y en el colegio los profesores me comentan que es demasiado travieso, por lo que me aconsejaron que se lo trajese a usted para que me ayudara con su forma de ser.
·         Psicólogo: me parece una sabia decisión, y considero que podemos realizar un buen trabajo con su hijo. Para empezar y con la información que me presta de su hijo,  puedo concluir que su hijo presenta un trastorno de déficit de atención por hiperactividad.
·         Padre: no entiendo de eso pero yo no creo que mi hijo tenga eso, lo único que hace es hablar mucho, moverse continuamente, tengo que ser paciente con él para hacer las tareas…
·         Psicólogo: así mismo, está confirmando mi diagnóstico y por ello tendremos que comenzar a tratar su trastorno de déficit de atención por hiperactividad,  para su correcta educación y desarrollo.
·         Padre: con todos mis respetos, pero mi hijo no tiene ningún trastorno. Lo único que yo quiero es saber llevar mejor a mi hijo para que no se me escape de las manos.
·         Psicólogo: por lo que a su hijo respecta confirmo que tienen un déficit de atención por hiperactividad y además puedo afirmar, por lo que llevo observado en esta sesión, que usted presenta un claro caso de trastorno de negación del déficit de atención por hiperactividad de su hijo.

Parece ser que hay un interés por crear una sociedad enferma y llena de etiquetas.

Una persona acude a consulta con una serie de quejas sobre su vida, comportamientos, emociones, sentimientos….con la idea de mejorar, cambiar, ser feliz… y nosotros (psicólogos) no tenemos el derecho de perjudicarla introduciéndola en un mundo de problemas y trastornos, de los cuales seguramente ya no pueda salir nunca más, como consecuencia del etiquetado.

Cada persona debe ser tratada como un miembro más del club de las dificultades de la vida, y de una forma adecuada,  no impedir que mejoren por su propio pie al acudir a consulta.

Quizá se entienda lo dicho, o quizá no; pero todos tenemos el derecho a ser tratados como personas y no como enfermos.

Repetitivo, pesado, filosófico… pero sigue siendo una gran frase, forma de actuar, visión del mundo…

Hombre soy; nada humano me es ajeno.
Terencio







lunes, 6 de mayo de 2013

ESTRÉS (EUSTRÉS Y DISTRÉS)



Estrés (del inglés stress, ‘tensión’) es una reacción fisiológica
del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos
de defensa para afrontar una situación que se percibe como 
amenazante o de demanda incrementada. El estrés es una 
respuesta natural y necesaria para la supervivencia.

Una vez presentado el estrés mediante esta definición; puedo 
decir, que es algo completamente necesario en tu vida, no 
sobrevivirías ni un solo día sin el famoso y cotidiano Estrés. 
Esta forma de estrés pasaría a llamarse verdaderamente 
EUSTRÉS o estrés positivo.

El Eustrés es el encargado de que te levantes todos los días para
ir al trabajo, de compras, de viaje, al gimnasio, de paseo… 
múltiples acciones que llevas a cabo en el día a día y que no te 
das cuenta de que sí, sorprendentemente, es gracias al estrés.

Quiero que, de una forma progresiva te vayas convirtiendo en 
amigo del estrés positivo o eustrés, ya que es tu gran aliado 
para realizar absolutamente todas las actividades que lleves a 
cabo en el trascurso de los días.

Actualmente el estrés no se considera algo bueno para la salud
física/mental, de tal forma que llega a confundirse con una 
Patología. Esta confusión se debe a que este mecanismo de 
defensa puede acabar, bajo determinadas circunstancias 
frecuentes en ciertos modos de vida, desencadenando 
problemas graves de salud.

Aquí es cuando aparece el gran causante de malestar en la 
sociedad actual: el desconocido DISTRÉS o estrés negativo.

El Distrés viene causado por múltiples factores tales como: 
problemas laborales, familiares, económicos, sentimentales, 
sociales… de tal forma que se produce un exceso de activación 
en nuestro organismo que conlleva a un desequilibrio 
psicológico y físico.

Este es el momento en que:

Los problemas del día a día se convierten en problemas que no 
nos dejan vivir”

Esto causa la aparición de diversas dificultades:

Insomnio, irritabilidad, menor rendimiento laboral, 
nerviosismo y ansiedad, problemas gastrointestinales, problemas dermatológicos, favorece la aparición de la fibromialgia…


ASI QUE ACUERDATE:

EUSTRÉS: Estrés positivo, adaptativo.
Permite que realices cualquier acción o decisión en el día a día,
 provocando que te sientas bien y contento.





DISTRÉS: Estrés negativo, desadaptativo.
Provoca un malestar psicológico y físico entorpeciendo nuestro 
funcionamiento cotidiano.